Debajo de las huellas del mar
sentía la arena pegada a tus suspiros
En plena seducción de los sentidos
el sol se quebraba en tu sombra
Nos acompañaba silencioso
en los veranos sin nombres
Los lunares de tu piel
se desnudaban al atardecer
iluminando las olas cristalinas
Levitaba tu sonrisa con sabor a sal
cuando tu piel volaba en la marea
erosionando mis deseos en llamas
Hoy, los años descansan en mi pecho
Se desvanecen las miradas
que envolvían los amores
cubiertos de piedras mojadas
Las migajas del recuerdo
se durmieron al filo del alma
Tu silueta se disolvió
en la corriente marina