- Al escuchar el silbido de las balas
- mis pensamientos se detienen
- rasgando las cuerdas de mi conciencia
- La luz del cielo se ha apagado
- surgiendo un estremecedor silencio
- en el estómago de los refugiados
- La comida cae en las alas de las bombas
- Mis labios sangran de rabia, impotencia
- al cantar mi lamento triste
- viendo pasar el cortejo fúnebre
- de los niños muertos sin sentido
- La ira me deja sin voz para rezar
- El ojo inflamado por el llanto
- verte su sufrimiento en los tejidos del alma
- El acorde se lo lleva las nubes quemadas
- donde las lágrimas van a reposar
- en los espantosos crepúsculos
- que bañan los campos de Alepo
- Un eterno grito de guerra sucia
- se hunde en la lengua del hombre
- en nombre de la religión distorsionada
- en nombre del poder obsesivo
- Hambre, desolación, violación
- fenómenos tristes del día a día
- que nos persigue a través de la carne
- dejando en los poros del alma
- las gotas de crueldad humana
- Impelido por un aliento invisible
- busco darle a esta tragedia de los inocentes
- un rostro a sus esperanzas en mi corazón
- La canción acaba cerca del árbol del desierto
- en la curvatura del dolor ajeno
Mes: abril 2017
En la estación del verso
Pierdo mi espacio habitable
entre las grietas de mi sangre
Se escurre entre mis dedos
esperando que las gotas de lluvia
llenen los bordes de mis ojos
para mirar la vida sin prisa
oculta en las cicatrices del dolor
El hollín de la soledad
cual depredador de mi carne
oscurece el muro de mis recuerdos
El blues lento, nostálgico, triste
se sumerge en mis sentidos
descansando en el alba perfumada
alejando al mensajero de la niebla negra
Me laxa las ilusiones
que llegan en las alas desnudas
de la mariposas azules
en el tiempo convexo
dejando que mis pasos
floten en dirección del sol
Estoy en la estación del verso
Con el deseo encendido
En el crucigrama de ruidos anormales
dejo de respirar cerca de tu silencio
tratando de escuchar tus pasos
en el susurro de tus pisadas al anochecer
Extiendo mis manos hacia el tiempo
queriendo deshacer la distancia
perforando un hueco en el aire sin forma
Enciende la llama de tu alma
para ver tu rostro con los ojos cerrados
Ilumina el fondo de la nada
que llega la pasión en movimiento
La brisa trae el aroma de tus deseos
llenando de calor mi impaciente corazón
Siento como hierve la sangre en mis venas
al venir la cercanía de tu cuerpo
Se alzan los demonios invisibles del placer
recorriendo el camino infinito
hacía el panal de miel
incrustado en tu piel desnuda
Apaga la luz del iris de tus ojos
para escuchar tus gemidos en mis dedos
El amanecer quedó abolido
La música de tu espíritu quedó muda
Hagamos de este instante
una eternidad
Libreto mal escrito
Blanca como el susurro de la nieve
veo la frontera de mi cráneo
A hurtadillas el silencio sube a mi cabeza
emboscando las paredes del inconsciente
Se coagula la sombra de la noche
en el techo de mi frente arrugada
Cuelgo mi sueño en el péndulo del reloj
para liberarme de la mirada del tiempo
Reduzco la oscuridad a un átomo
arrastrándola hacía el mar encrespado
evitando derretir sin dilaciones
mis pensamientos lógicos
Como un remolino persistente
cual géiser huido de mi interior
surge mi vida mal concebida
en los poros de una piedra sin tallar
con letras escritas al revés
Detrás de la puerta abierta de mi conciencia
voy a rastrear a Dios en el cielo líquido
para cambiar de libreto
antes de ser devorado por palabras
que borren rastros de mi vida buena
Un deseo
Camino despacio en las nubes
sin alterar el lugar donde tú reposas
sin permitir que se sequen las palabras
Tejo las constelaciones para estar junto a ti
cuando despiertes mirando el azul del cielo
desde tus ojos transparentes
Estamos cubiertos por la oscuridad
pero tú brillas en la noche pálida
Eres un ángel de alas extendidas
suspendidas mientras mojas tus labios
en la noche blanca con ausencia de sonidos
El tiempo estalla en pedazos
dejando hundir la luna en tu regazo
dándole música a la memoria de tu cuerpo
He guardado mi voz en un estuche
a fin de escuchar los latidos de tu corazón
He dejado de respirar para no empañar el espejo
y pueda reflejar en tu piel
el deseo que corre por la sangre
Deseo quedarme siempre con este sueño
El de la gaviota cruzando el espumoso océano
en busca de la ola que lleva los versos
que aún no he escrito para describir mi amor
Esperanza perdida
Pasan de largo las horas
El eco de sus palabras
se quedó en la montaña
Te busco en el bosque sin árboles
en un mundo sin nombre
Los caminos se caen a tu paso
y mis gritos se extravían en la oscuridad
Volaste alto para no dejar huellas
Dime esperanza:
¿Cuándo beberé de tus palabras?