Copa de vino

En la copa llena de vino

el borde seguía con el sabor

de sus labios livianos, seductores

El canto llegó lleno de recuerdos

mientras el humo transportaba su reflejo

En la palma de la noche enardecida

mis dedos conservan la brisa del deseo

de las caricias de la boca hecha de nieve

Esa mirada enmohecida

como si tuviera voz

habita aún en mi piel sensible

Las noches eternas se derritieron

dejando las sombras desnudas

Se extraviaron en la hierba tupida

los sueños compartidos

degenerando las horas

en una tristeza con el color del dolor

El tiempo tuvo miedo del cariño temerario

llevándose consigo

los besos al despuntar el alba

Sus pasos removieron la tierra

haciendo trizas las huellas

dejándome la dulzura de sus vientos

Aquella presencia que rasgaba la soledad

se hizo cenizas en la virginidad de la noche

Se dispersaron contrario a mi caminocopa-de-vino-dedo

Siempre hay un amanecer

Las lágrimas resbalan por tu mejilla

como si un hilo sostuviera tus lamentos

Tu voz que susurra palabras

va a sollozar en la arena de colores

y el viento que sopla en tus oídos

apagará el sonido de las hojas secas

Duerme sin despertar tu alma

en la noche transparente y azul

No dejes que la culpa que repta en tu piel

encuentre abrigo en tus sueños frágiles

Inocula el perdón en tu sangre

para dejar huir los rencores

Trata de deslizar tu tormento

a los precipicios donde dormita el olvido

No permitas que el insomnio impertinente

cubra el iris de tus ojos en vigilia

Enreda tu sonrisa entre las flores frescas

y envuelve tu sueño entre tus dedos

absorbiendo el aroma de tu felicidad

Puedes dormir soñando conmigo

después del silencio de mi beso

Yo recogeré el rocío de tu mañana

cuando abras tus ojos purificados

Un sol brillante traerá la aurora

alumbrando la belleza de tu corazón

amanecer

Ojos color de noche

Bajo tus ojos color de noche

el mar extravió su sabor salado

El arrullo de la gaviota

tejió su sueño bajo tus párpados

dejándome  escuchar

el grito intenso de tu pasión

Una brisa azul que bajó del cielo

volatilizó la niebla deshabitada

El rumor sordo del viento de otoño

hicieron transparente tus caricias

Las olas se adormecían en tus brazos

quedando inmóvil su crecimiento

dejándome nadar

debajo de las aguas mágicas de tus deseos

En la punta de las pestañas

quedó prendido el fuego de la arena

descargando las burbujas de ese amor

suspendido en un trozo de cielo frágil                 

Déjame celebrarte en el silencio visual

Mi querer todavía hierve en mi alma

Máscaras

Juicio en las alturas

En un perpetuo silencio

percibo el viento de la vida

y de la otra que aún no vemos

No tengo luz en mis ojos

para medir su distancia

si me sombra queda sepultada

Solo sé que me observa en el aire

como ave al acecho sin alas

al caminar las calles desnudas, vacías

Hago lo indecible para que la duda

no borre las huellas de mi caminar

Me quedo dentro del espejo

juzgando el reflejo de mi alma

Quiero tocar la puerta

con mi conciencia en la mano

en un cielo sin movimiento

jesus-en-el-cielo

Caminar solo

La lluvia aullaba en mi frente fría

La noche golpeaba mis paredes de agua

Las tijeras curvadas cortaron el tiempo

dejando al descubierto mi tormento

Dejé en cada rincón los pedazos

ocultando el dolor de tu ausencia

Las voraces piedras del lamento

no se pueden soportar

si la sensibilidad te abruma

La realidad golpea el espacio

dejando escarchas en mis ojos

Voy en busca de la luz

cuando el sol bese mi frente

evitando que me envuelva

la brisa congelada del desaliento

Convertiré mi sufrimiento

en un polvo cósmico errante

Quiero que se pierdan en la grietas

de la sequía que dejan los recuerdas  

Mi corazón se quedó sin sangre

en las plumas rojas volando al futuro

Espero no volverte a encontrarte

de nuevo en mi camino

caminar